En la determinación de las vidas útiles de los activos de transmisión no se aprecia un consenso a nivel internacional, ni en valores ni en agrupación de activos. Así, algunas economías establecen un valor único para todas las instalaciones (por ejemplo, Inglaterra), otras establecen pocas categorías (por ejemplo, Ecuador con 2), y hay otras que establecen un número mayor de categorías (como Chile, que en el en tercer proceso de tarificación troncal estableció 5). Por otro lado, pueden establecerse, independiente el número de categorías de activos establecida, un valor único para todo el sistema, o bien realizar estudios individuales para determinar VU para cada empresa (como es el caso de Australia).
En el presente informe se realiza un análisis de la realidad internacional, seguido por una revisión de las vidas útiles establecidos en los procesos de tarificación nacional que incluían activos de transmisión (troncal, subtransmisión y sistemas medianos).
Para entender de mejor manera el proceso de determinación de las vidas útiles en Chile, se procedió a la revisión de las discrepancias planteadas al Panel de Expertos en dicha materia. Como conclusión general de esto se puede establecer que el Panel considera en sus decisiones, la experiencia internacional (en particular estudios utilizados por consultores que desarrollaron estudios de tarificación), las componentes de cada categoría de activos, sus valores de inversión y vidas útiles particulares, lo que resulta consistente con la propuesta metodológica propuesta por el equipo consultor.
Luego de revisada la realidad internacional y nacional, se procedió a recopilar vidas útiles, tanto las establecidas por los fabricantes, como las estimadas por las empresas. Además, se solicitó información a los transmisores nacionales sobre fechas de puesta en servicio y realización de mantenciones mayores, entendidas estas como aquellas que modifican el valor de inversión de un activo. Los antecedentes fueron recibidos en fechas muy próximas a la entrega de este informe, por lo que no pudieron ser sistematizados y analizados para entregar una propuesta definitiva de familias con sus respectivas vidas útiles.
A pesar de las limitaciones que impuso la recepción de la información, se procedió a establecer una metodología de cálculo, que incluyó considerar un nivel de desagregación mayor que el establecido por la Comisión Nacional de Energía en las bases de los estudios de tarificación de la transmisión, con el fin de llevar a cabo una reagrupación de los mismos.